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Espacios híbridos. Diseñando la experiencia

Artículo redactado por José Luis Bescansa Lasuén, CEO de UBICCA, para el blog de Espacio Aretha

LA PANDEMIA

Se acaban de cumplir 19 años de los atentados del 11 de Septiembre de 2001.

Estamos inmersos desde hace más de una década en una lucha tecnológica y comercial entre los dos gigantes globales: EEUU y China.

Y hace 6 meses que la OMS declaró la pandemia por SARS-Cov-2 a nivel mundial.

El mundo en definitiva está cambiando extremadamente rápido.

Pero particularicemos estrictamente sobre esta pandemia.

Nos ha trasladado a todos a un ámbito desconocido, sin precedentes para nuestra generación, ni la anterior. Posiblemente no haya habido un movimiento de “placas tectónicas” como este desde la Guerra Mundial.

A nivel individual y colectivo se presentan muchísimos interrogantes. No es el momento, ni seguramente yo la persona que deba profundizar sobre ellos, pero a nadie se le escapa que algo va a cambiar.

Pero…, realmente ¿es un cambio?, o ¿lo que va a suceder es que se va a acelerar todavía más la siguiente evolución? El mundo ya hace tiempo que dejó de ser estrictamente físico para pasar a convivir con el mundo digital.

Mario Benedetti: “Pensábamos que teníamos todas las respuestas. De repente cambiaron todas las preguntas”

 UN MUNDO HIPERCONECTADO

Como digo, todo esto no es nuevo. Llevamos años evolucionando hacia modelos de relación social que han abierto una ventana hacia millones de usuarios (Instagram cuenta con más de 1000 millones de usuarios activos al mes) con los que compartir experiencias, opiniones, imágenes…

Las redes sociales han hecho que tengamos mucha más información y canales sobre los que crearnos nuestra propia opinión.

Está sucediendo ya, las personas seguimos tendencias en manada. Han surgido figuras como los “influencers” que convierten en tendencia todo lo que publican. Y esto afecta directamente a nuestra manera de consumir. Consumimos lo que deseamos. Pero, realmente ¿deseamos lo que consumimos?  ¡Yo creo que no!

¿Quién no ha comprado algo en Amazon que no necesitaba?, o ha seguido un link en Instagram que le ha llevado a comprar unas gafas de sol que le quedaban estupendamente al modelo de la foto pero que cuando te las has probado en casa son inmensamente feas?

Pasa en todos los segmentos de consumo. También en la Arquitectura.

De unos años a esta parte, raro es el cliente que no conoce quien es Frank O. Gehry, Herzog & de Meuron…

Foto de Instagram de Ubicca. Presentación de “concept” para una residencia de estudiantes en Barcelona.

Para nosotros los arquitectos esto supone una revolución, un entorno soñado. ¿Por qué? Pues sencillamente porque es mucho más fácil comunicar proyectos e ideas a personas que han tenido la curiosidad y la sensibilidad de investigar o estudiar algo sobre la materia.

Pero también es un gran reto. El trabajo se ha multiplicado. Y no me refiero al número de pedidos, sino a la exigencia en cuanto a las horas de interacción y co-creación.

El cliente es mucho más exigente. Aparentemente sabe lo que quiere, pero muchas veces el exceso de información produce el efecto contrario. Ha visto mucho, pero tiene tanta información que, sinceramente… se hace un lío.

DISEÑAR LA EXPERIENCIA

Y ¿entonces?, ¿cómo se despeja esta nueva ecuación?

Pues creo que la clave está en reforzar la tendencia en la que llevamos años trabajando. Hay que involucrar al cliente en la toma de decisiones. Hay que compartir con ellos toda la información desde el principio.

Hay que generar el debate desde el comienzo, desde la toma de necesidades:  reunirse, formar, debatir, explicar, dibujar, charlar, leer, enseñar, tocar. Todo esto forma parte a mi juicio de la nueva manera de diseñar.

El diseño debe necesariamente arrancar desde el diseño de la experiencia, en un proceso de co-creación con los clientes y desembocando en un “Concepto” al que ahora sí deberá darle forma el proyecto arquitectónico y el diseño.

Pero es que además, el diseño arquitectónico, el interiorismo, el diseño gráfico… deben producirse también en contacto y participación con los clientes.

LOS ESPACIOS HÍBRIDOS

Nosotros mismos hemos experimentado desde hace 2 años el éxito incuestionable de nuestra Sala LAB, donde nos juntamos con nuestro cliente en un proceso abierto, donde la tecnología juega un papel fundamental como herramienta de interacción. Tenemos un equipo físico y otro que trabaja en remoto desde distintas localizaciones, compartimos moodboards, montamos muestras, tocamos, creamos un perfil compartido de Pinterest con infografías e imágenes que alimentamos entre todos. Elegimos olores, compartimos música, dibujamos y escribimos en las pizarras digitales que compartimos entre nosotros y las distintas localizaciones remotas.

Utilizamos la realidad aumentada con gafas VR para acercar la experiencia que estamos diseñando

Es, en fin una manera distinta de relacionarse, de producir, pero también con una clara vocación digital, buscando generar con nuestro producto que es la Arquitectura, el mayor impacto posible.

Pero la tendencia va mucho más allá. No es sólo que utilicemos herramientas híbridas para alcanzar los objetivos de nuestro trabajo. Es que nuestros clientes demandan cada vez más el que sus espacios puedan producir esas experiencias híbridas, tanto en el segmento de oficinas, como en hospitality o retail.

Proyecto de UBICCA para el HUB tecnológico de una importante entidad financiera en Madrid.

EL FUTURO

¿Imaginas una tienda de IKEA sin muebles? ¿Imaginas un concesionario de coches, sin coches..? En el “Audi City” de Londres, la experiencia se produce en un espacio de reducidas dimensiones y la inversión se ha reforzado para crear una experiencia híbrida.

Existen puestos de atención con pantallas táctiles, donde acompañado de un agente comercial “humano” puedes hacer diferentes configuraciones que visualizas en un gran display digital. Mientras tomas un café, vas tocando y oliendo las distintas pieles de la tapicería, las texturas del salpicadero y los colores de la carrocería.

Audi City

Esta es la tendencia. Ya estaba aquí, pero la circunstancia de esta inesperada pandemia no va a hacer otra cosa que acelerar nuestra relación con el espacio, convirtiéndolo en un “lugar” que sin dejar de ser físico, tenga la capacidad de volcar toda su experiencia hacia el mundo digital.

Puedo estar equivocado, ¡o no! Ya se verá, creo que antes de lo que pensamos…

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